8 de Noviembre. Hoy vuelve a ser mi mesario con NY. Hace tres meses que estoy aquí.
Primero de todo decir que aseguro que todo lo que voy a escribir a continuación, lo parezca o no, es rigurosamente cierto.
Ayer se celebró el Marathon de New York, yo lo corrí. Nota informativa para los no iniciados: un Marathon, por definición, es una carrera atlética de 42 km y 195 metros.
No hay Marathones de 20 km o de 25km El Marathon es una distancia.
Cuenta la leyenda que en la Grecia Antigua, un soldado cubrió esa distancia para informar que habían Ganado la batalla de Marathon, cuando el soldado llegó a Atenas dijo: “hemos ganado la batalla” y murió…. El nombre de la batalla que propició su gesta da nombre a la carrera: Marathon.
El de NY es uno de los más famosos del mundo, pasa por todos los Boroughs (Staten Island, Brooklyn, Queens, Manhattan y el Bronx). El año pasado corrí una carrera en Euskadi de 20km prometí que o la volvería a correr este año y bajaría mi marca en 10 min. o que si no lo hacía era por que estaba en NY y correría el Marathon. En Mayo me enteré que no podría correr pq ya habían dado las plazas a los atletas no residentes en los EEUU. Pensé: “ no podrás cumplir la promesa” pero de vez en cuando me acordaba de ello… Hace 29 días me enteré que los amigos de mis compañeros de piso se planteaban correr la carrera aunque no tenían dorsal. Decir que ayer hicieron la carrera 35.000 personas… hay mucha gente interesada en correr y hay mucha gente que se queda fuera. Tanta que la semana pasada los dorsales se vendían en internet a 1000 dólares.
(Nota: quién quiera comprar cosas, compartir piso, o comprar algo, buscar compañero para alguna actividad, buscar pareja o lo quiera en NY puede mirar en: http://newyork.craigslist.org/ )
Pasos para poder terminar la carrera: tener un dorsal, o algo que pase por dorsal… que no te pillen en los controles de la salida…. y tener fuerza suficiente para aguantar toda la carrera.
Después de analizar varias posibilidades pensamos que debíamos ir a al feria del corredor que tiene lugar desde 4 días antes de la carrera ahí hay exposiciones de material deportivo de alimentos… y es donde se recogen los dorsales. Intentar contactar con algún catalán que nos dejara su dorsal hacer una fotocopia en color …. No funcionó… no vimos a nadie para pedírselo y era demasiado complicado: buscar una copistería, que un desconocido te deje su preciado dorsal, etc... Pasamos al plan B. Intentar pedir a alguien que nos enseñe el dorsal y hacer una foto con la cámara digital y con el ordenador hacer las manipulaciones pertinentes… Hicimos varias fotos de dorsales: “dorsales en bolsas de plástico, en manos de gentes, enmarcados…” Y en casa, David ( mi compañero de piso, que no iba a correr) estuvo varias horas trabajando en ello…. Teníamos un papel como el que se usa para los dorsales que también pillamos de la feria, una impresora, muchas ganas de correr… y lo más importante… a David.
Nos hizo los dorsales… los tuvimos que repintar un poco pq el negro de los números no salía muy bien. Pero hizo las manipulaciones pertinentes para tener 4 dorsales con 4 números diferentes… Nos permitimos alguna frivolidad entre otras decir que el nombre de mi dorsal era Albert Q. Einstein… y el de Marta era Sharon M. Stone… unas risas para animarnos mientras los hacíamos… un guiño…
Ahora “sólo” faltaba saltarse los controles y correr… Salimos a las 6.00 de la mañana de casa. Sólo habíamos dormido 3 horas 30 minutos… Llegamos cerca de la zona de salida. Era tan lejos que en total tardamos 1hora y 45 minutos usando metro, ferry y bus… (tengo que volver a casa corriendo (literalmente corriendo) pensaba por mis adentros…)
Andamos, había grupitos de corredores que iban juntos, Nuestra táctica era llevar nuestro dorsal falsificado cubierto con una camiseta que nos resguardaba del fresco que hacía a esa hora y enseñarlo lo mínimo posible.
Primer control: nos esperamos a que llegue un grupito nos mezclamos con ellos. A distancia te avisan que tengas el dorsal visible. Nos acercamos, nos acercamos… me piden que lo enseñe levanto mi camiseta un poco y sigo andando como si nada. Paso… oigo a mi espalda: “hey, excuse me sir, excuse me…. “Sigo, sigo, no se si me lo dicen a mi… sigo, sigo… ya!! … pasamos… Se lo decían a Zeus… (Zeus es el marido de Marta el chico, el muy majo ya ha corrido 78 marathones con sus 30 y pocos años….) Le pararon, le dijeron que enseñara bien el dorsal y pasó…. Jordi dice yo como no entiendo bien lo que me dicen estos americanos.... pués voy más tranquilo.... yo estoy muy tranquilo.... un crack...
Hubo un segundo control, también lo pasamos…
Miles de personas en la zona de salida. Alguna carpa. Te dan agua, algo de fruta. Mucha gente abandona ropa que lleva. Mucha ropa abandonada. No la vas cargar 42 km… Esperábamos un tercer y definitivo control cerca de la línea de salida pero no lo hubo!! Estábamos muy excitados, contentos… valió la pena, Ir a la feria del corredor estar dos horas, tirar fotos… tener a David trabajando con el PC, pintar los dorsales… 10.13 de la mañana en NY… empezamos a correr… quedan más de 4 horas. Más de 4 horas de lucha contigo mismo para llegar a la meta. No correr demasiado al principio, estar bien, pensar en positivo, animarte. Beber bien, ni poco ni demasiado. Comer de vez en cuando… mirar adelante, no al suelo. Levantar las rodillas, no arrastrar los pies… levantar las rodillas. Intentar no saltar demasiado. Sonreír… puedes incluso disfrutar… Empezamos cruzando el Verrazano Bridge. Es el Puente que une Staten Island con Brooklyn, es típica la foto de miles de corredores que hacen una alfombra humana a lo largo del puente que mide
Al principio y durante gran parte de la carrera no puedes ir al ritmo que quieres, solo puedes ir al ritmo que marca el río de gente que avanza hacia la meta. Cruzamos el Puente. Primeros espectadores. Niños que te ofrecen su mano para que les saludes, sus papas y mamas que te animan. Punto y aparte.
El público: Durante casi todo el rato estás acompañado por los gritos de ánimo de los neoyorquinos. Se dice que más de un millón de personas sale a la calle para animar. Los barrios compiten por ver quien anima más y mejor, hay grupos de música, megafonía, gente que te habla. Te dan agua, te ofrecen caramelos.... Y por que no decirlo, mienten como unos bellacos… “Go, go, you look good, you look strong… “Venga, venga, haces buena pinta, te ves fuerte…” cuando estas en unas condiciones lamentables…
Sólo salir me dolía el basto interno de la pierna izquierda, el músculo que se inserta en la rodilla por la parte interior. Yo se que cuando corres o andas largas distancias te duelen las piernas, también se que muchas veces los dolores se van… tienes que seguir adelante. Pensar en positivo, levantar la cabeza, sonreír. Intentar, pase lo que pase, no cambiar tus movimientos sino vendrán otros dolores. Hice el camino de Santiago me salieron muchas ampollas, me dolían, yo siempre pensaba o las ampollas se cansan de mi o llegamos juntos a Santiago… (Llegué con miles de ampollas y los pies hinchados; pero llegué).
Sonreír, otra de las ideas que yo me he inventado y como me lo creo me funciona. Creo que existe una relación biunívoca, bidireccional entre el sonreír y estar bien. Al igual que cuando estoy animado, contento, satisfecho sonrío, si sonrío puedo mejorar mi estado de ánimo y estar mejor.
Cuando llevaba unos 9 km vi que mi dorsal empezaba a desteñir…. El sudor deshacía la tinta de los números…. Opté por sacármelo y guardarlo en la bolsa de la cámara de fotos digital que tengo, una cámara ligera que pesa unos 300 gramos. Decidí llevar la cámara para tener algunos recuerdos de la carrera. No pensaba que el peso de la cámara podía cambiar durante la carrera....
Hice los primeros 27 km muy bien. A un ritmo bueno, con algunas molestias pero bien. Ves tantas cosas, estás tan emocionado que casi no te das cuenta. Del km 27 al 32 perdí a mis colegas… nos íbamos separando y juntando todo el rato pero los perdí entre la gente. Yo no lo sabía pero aceleré, estaba delante de ellos y estuve unos 5 o 6 km yendo más rápido. Llegué a Manhattan muy contento. Si había habido gente animando hasta ese momento la llegada a Manhattan fue el no va más…, tres o cuatro filas de personas se amontonaban sobre las vallas. Tenía a mis compañeros: profesores catalanes/españoles esperándome, los vi, me hizo mucha ilusión. Los iba buscando, habíamos quedado en un sitio concreto cuando los vi me paré un momento les di un jersey delgado que llevaba atado a la cintura y hice el gesto de estirar el muslo derecho y note un calambre horroroso… me asusté. Me tire hacia adelante. Estiré la parte posterior de la pierna donde había notado el calambre. Ellos me preguntaban como iba, yo iba, hasta ese momento, muy bien. ¿Dónde están los otros? ¿han pasado? No aún no. Llevábamos dos horas y media corriendo. La carrera nos llevaba hacia el norte, hacia el Bronx, por la primera Avenida. Pasaríamos cerca de casa, sólo a 20 metros, pero aún me faltaban 40 calles. La primera Avenida se me hizo eterna, lo pasé fatal. Me faltaba energía… no tenía suficiente con la bebida isotónica que nos daban… yo quería comer, especialmente plátanos que van muy bien para no tener calambres. Me obsesioné con comer un plátano. Los espectadores los tenían preparados para sus amigos… Yo quería comer. Estaba solo rodeado de miles, miles de personas, hacía calor, unos 23 grados, pero iba con mis mallas largas por que la previsión era de menos temperatura…. Quería comer. Vi un trozo, unos tres cuartos de plátano en el suelo. Me paré, retrocedí 5 metros y al agacharme para cogerlo casi me caigo. Lo recogí, en el siguiente puesto de agua agarré dos vasos uno para beber y otro para limpiar el plátano ya pelado que estaba un poco sucio… lo comí pensando: “como tenemos que vernos... comiendo plátanos recogidos del suelo...” Seguí para arriba. Iba muy justo. La cámara digital de 300 gramos ahora me pesaba 4 kilos…. El paliacate, un pañuelo de Chiapas que llevo en la cabeza en momentos especiales, ahora lo tenía atado a la muñeca y me pesaba 1 kilo… Tenía un bajón, me dolían mucho las piernas. Me dije hasta la calle 130 sin parar, hago estiramientos y sigo.
No existe la 130 en este punto de Manhattan…. Antes empieza el puente para salir e ir al Bronx (donde trabajo, solo hace falta que me vea un alumno pensé…) Paré antes del puente. Estiré, vi pasar a Zeus y a Marta… les seguí, les alcance… Le doy mi cámara a Zeus y el pañuelo para que lo ponga en la riñonera… el va sobrado, muy sobrado si ha corrido 77 maratones y esta es la 78…. Y tiene una marca de 2 horas 45min… Lo recoge. Estoy contento de encontrarlos. Puedo seguir su ritmo. Me van a hacer de referencia, Marta va bien, se la ve fresca. Les sigo. Entramos en el Bronx, una milla en el mismo. Subimos otro puente para regresar a Manhattan y al bajar…. Calambres…. Calambres… no puedo seguir… se lo digo a Zeus… tengo que parar…. Ellos siguen.
Creo que un calambre no es más que un mecanismo de defensa del cuerpo. El cuerpo no puede más, no tiene más energía y tu lo fuerzas. Para que pares el músculo se contrae… Hice estiramientos de nuevo. Consciente de que me faltaban 7 kilómetros y que no lo iba a dejar…. Yo no había llegado ahí para regresar a casa en metro… Pensé, pensé en positivo me dije mil cosas, me animé… pero es que la cabeza ahí no puede hacer nada… hablé con mi cuerpo y le dije: “te lo juro, te lo juro que no voy a correr mucho… y otra vez que hagamos un Marathon vamos a dormir más y a comer mejor los días antes… pero no me dejes tirado ahora, vamos a ir andando un trozo y después volvemos a correr…” Lo probé, no es que me hiciera daño alguna zona de mis piernas, mis piernas eran daño… Después de 1 km y medio andando, progresivamente, volví a correr, suave… Muy suave. En algunos momentos paré para beber, para estirar… ya estaba en el parque, en el Central Park. Aquí es donde yo me entreno ahora que vivo en NY, es cómo correr en casa me decía… Poco a poco me acercaba a la meta, estaba en parte contento pero triste por que yo no quería parar... Cuando corres no tienes que parar, tienes que ir más lento, pero no parar… Simplemente o paraba o me rompía. Mucha gente que anima, el parque está precioso estos días… Pienso: “Disfruta que son los últimos metros es tu primer Marathon y en NY…”
Quedan 0.2 millas, 300 metros se me acerca un hombre con un uniforme de la organización y me grita: “Where is your number? Where is your number?!!! Le digo que lo tiene una amigo mío… que se me estaba a punto de caer… me dice que nada que tengo que abandonar la carrera… es implacable. Le discuto un poco, me ha parado … y me hecha… quedan menos de 300 metros… . Estoy fuera de las vallas, siguen pasando corredores, la gente les anima. Miro donde está la meta y me pongo a correr por la parte de fuera… hasta que llego a su altura… cómo mínimo quiero pensar toda la vida que recorrí la distancia…. “llego”, según mi propia versión, con un tiempo de 4 horas 42 minutos… Estoy confundido… aún no me creo lo que acaba de pasar…. Me han echado de la carrera... el jodido dorsal está en la bolsa de la cámara que tiene Zeus.... Me voy a encontrar a mis colegas en la calle 86…. Veo a muchos corredores con sus medallas y sus mantas térmicas…. Tengo que subir 20 calles. Cuando llego ahí están los otros tres corredores y nuestros animadores… llevo un manta térmica como las que te dan cuando llegas, la he recogido del suelo. Mis amigos me aplauden todos y me felicitan sinceramente al llegar. Me emociono un poco.. Les cuento lo que me ha pasado… Les digo lo que se me ha pasado por la cabeza para tener medalla, añado que yo no soy muy mitómano y que puedo estar sin la medalla, que estoy muy cansado... una amiga dice: “Hazlo, hazlo, no te lo pienses… “ Lo voy a hacer. Les pido un dorsal, el que mejor está es uno de los de reserva que teníamos, otra vez con nombre …. Sharon M. Stone. Atravieso el parque con todos, ellos se van a casa… Yo, como un campeón, como el tio más tozudo que he conocido nunca o como un chalado… ya no lo se… me vuelvo a meter en la carrera… el último kilómetro y medio está vallado por tanto y teniendo en cuenta donde estoy voy a hacer 3 kilómetros 300 metros más.... Ahora con un dorsal inmaculado... hace más de una hora que estaba en este mismo lugar... ahora hay menos gente, menos público y menos corredores, el 80 por ciento de los cuales tiene, como mínimo, más de 20 años que yo... Pues nada que mi Marathon al final fue de 45 km con 200 metros sin contar que caminé para volver a meterme en la carrera... paso por el punto donde me echaron, el tio uniformado ya no está aunque ahora no me hubiera dicho nada... seguro que no me hubiera reconocido y mi dorsal aunque es de papel normal y corriente está impecable... entro, ahora si, en la meta... el reloj ahora marca 6 horas 15 min... aunque mi marca, para mi, es de 4.42... Entro, me miran el dorsal, nadie repara en lo de Sharon, lo he doblado ligeramente... me dan mi medallita, algo de comer, agua... estoy un poco más contento.... y muy muy cansado, me duelen las piernas.
Al regresar a casa cogí un bus en la calle 86. Subimos varias personas, tres de los cuales corredores, la mitad del autobús se puso a aplaudir... empiezo a darme cuenta de que he corrido y terminado el Marathon más famoso del mundo en una de las ciudades, por muchas razones, muy especial...
El autobús me deja en la primera Avenida, iba a coger un bus para subir hasta casa en la 102 pero la Avenida aun está cerrada... están limpiando... pues nada, voy a subir andando total ¿que? 16 calles más... ¿ y que?
